Otra
receta de mi plato preferido: la pasta.
La
pasta con su gran variedad de tipos y de salsas posibles da para hacer muchos
platos, prácticamente diferentes y con sabores muy variados.
Hoy
utilizaré una pasta que nunca había utilizado y que el otro día encontré en una
tienda de productos italianos de Barcelona.
Se
trata de los bucattini, es una pasta larga como los espaguetis, pero más gruesa
y agujereada en el centro, lo cual permite que la salsa llene esos espacios y
realce el sabor. Si no los encuentran pueden utilizar otra pasta larga o
incluso macarrones.
Uno de
los ingredientes de la receta es el queso ricotta, que seguramente ya conocerán
o habrán oído hablar de él. Se trata de un queso fresco que se obtiene a partir
del suero que queda al hacer los quesos. Se vuelve a acidificar, se calienta y
al cuajar los restos de albumina se obtiene este queso fresco.
En
Cataluña lo conocemos como recuit o mató y fuera es el conocido requesón. No es
el queso fresco tipo Burgos o Villalón. El original se obtiene a partir de
leche de oveja aunque se encuentra, fuera de Italia, elaborado con leche de
vaca. Se utiliza mucho en la cocina italiana, como el mascarpone, para pastelería,
pero también en recetas saladas como la de hoy.
Verán
que es una receta sencilla, pero muy sabrosa. Al final he sustituido el típico
parmesano rallado por pecorino romano rallado. Otro queso italiano delicioso
que se obtiene a partir de leche de oveja. Por eso se llama pecorino ya que
procede de la pecora, en italiano oveja.
Disfrútenla
y como siempre, cuiden su alimentación.
INGREDIENTES:
Para 4 personas
- 320 gr de bucattini
- 250 gr de carne molida, mezcla de cerdo
y ternera
- 300 gr de passata (O una buena salsa de
tomate)
- 150 gr de ricotta
- ½ cucharilla de orégano
- ½ cucharilla de albahaca
- 1 cubito de caldo de pollo
- Queso rallado pecorino romano
- Sal, pimienta, aceite de oliva virgen
extra.
PREPARACIÓN:
Ponemos a hervir una olla con abundante
agua, sal y el cubito de caldo. Cuando arranque el hervor añadimos la pasta y
dejamos hacer hasta el punto deseado. Removemos de vez en cuando para que no se
pegue la pasta.
Mientras se hace la pasta vamos
preparando la salsa. En una sartén alta ponemos un chorro de aceite y añadimos
la carne, iremos haciéndola sin que nos quede muy hecha.
Añadimos la passata o la salsa de tomate,
la ricotta y las hierbas.
Dejamos hacer hasta que esté al punto
deseado, no ha de quedar muy seca. Salpimentamos.
Una vez la pasta está al punto deseado,
la escurrimos guardando un cucharón del agua de cocción y la añadimos a la
sartén con la salsa, mezclamos bien y si hiciera falta podemos añadir un poco
de agua para que no quede muy seco el conjunto.
Retiramos del fuego y servimos caliente
con un poco de queso rallado por encima. Pecorino romano o parmesano
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