Hoy no hablaremos de un libro de recetas, hablaremos de
un libro sobre aficionados a la cocina. Se trata del libro “El perfeccionista
en la cocina” del escritor inglés Julian Barnes.
Julian Barnes es un escritor muy conocido que ha escrito
muchos libros, principalmente de humor sobre temáticas muy variadas. Entre sus
libros más conocidos en España están “El loro de Flaubert”, “Inglaterra,
Inglaterra” y otros.
Buen aficionado a la buena comida un día decidió
dedicarse a cocinar en su casa y empezó a leer libros recetas y a intentar
aplicar esos conocimientos, pero al ser un amateur se encontró con diferentes
dificultades que le hacían no obtener los resultados deseados.
El título original en inglés es “The pedant in the
kitchen” que bien podríamos traducir como “El pedante en la cocina”, pero
pedant además del significado de pedante en español, tiene otro significado en
inglés y es el de denominar a aquella persona excesivamente interesada en los
formalismos y la precisión. No exactamente un perfeccionista, pero muy cerca.
Este es el caso del escritor cuando empezó con la cocina
que pensaba que las recetas eran casi formulas matemáticas y encontraba
problemas que a veces también encontramos nosotros, ¿Porqué cuán grande es una
cebolla mediana?, ¿Qué significa fuego medio?, ¿Cuánto cabe en una pizca?,
¿Cuánto tiempo es cocinar hasta que esté hecho?
En fin que en el libro y en tono jocoso nos habla de
estas dudas que se le plantean al aficionado como él, un tiquismiquis de la
cocina, a quién le gustaría hacerlo todo perfectamente. Hasta llegar a la
conclusión de que hay una gran distancia entre la receta y su resultado final,
el plato deseado, del cual esperamos que como mínimo no envenene a nuestros
invitados.
Despotrica de los libros de recetas que le llevan a todos
esos, para él a veces, caminos sin salida que intenta resolver con
improvisaciones que en ocasiones hasta le salen bien.
No propone recetas, pero habla de algunas de ellas y las
compara en diferentes libros qué y para una misma receta varían los
ingredientes o los métodos.
Todo ello explicado de una forma humorística y divertida,
pero que muchas veces te hace recordar situaciones por las que todos nosotros
aficionados con mayor o menor maña hemos pasado. Por ejemplo: en una receta se
encuentra con que hay que añadir perejil, perifollo y estragón picado, pero sin
especificar cantidades y entonces aplica la regla 15b del perfeccionista:
cuándo no se especifican cantidades hay que echar mucho de lo que más te gusta,
menos de lo que no te mola y nada de lo que no te apetece.
Este hombre disfrutaría con las recetas de Martín
Berasategui que siempre da las recetas con todos los ingredientes especificados
en gramos, incluyendo la sal y el aceite.
Les recomiendo este libro, reirán mucho y descubrirán que
no estamos solos en esos pequeños problemas que tenemos al seguir la receta de
alguien y vemos las imprecisiones en las cantidades o a veces que se indican
ingredientes que luego no aparecen en el procedimiento.
Vale la pena, lo recomiendo.
El
perfeccionista en la cocina
Julian
Barnes
Ed. Anagrama
ISBN
84-339-7101-8
15 euros
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